¿Acabarás en el hospital? Tu edad, tu vacunación y la contagiosidad del Covid-19

Maria Teresa Herrero Zamorano
13 min readDec 6, 2021

Durante estos meses conviviendo con el coronavirus hemos aprendido que es un virus peligroso, que afecta de forma mucho más grave a los mayores, y que al mutar a veces se vuelve más contagioso. En las páginas que siguen desbrozo algunas cifras de la pandemia en España para mostrar la importancia de la edad, el efecto de la contagiosidad del virus y cómo ayudan las vacunas a combatirlo.

Número de personas hospitalizadas en España por COVID-19, en las olas anteriores y posteriores a la vacunación. Segmentación por edades. Imagen: Mª Teresa Herrero Zamorano, con iconos de Adobe Stock

Posiblemente el dato más impactante sobre la efectividad de las vacunas sea el del hospitalizaciones asociadas al COVID-19. Por eso arranco el artículo con esta imagen, que comentaremos más adelante. No obstante, en torno al COVID tenemos muchísimos datos, y evaluar la situación requiere mirarlos con calma.

Seamos sinceros: los que nos dedicamos a los datos vivimos de detectar patrones. Y la faena con esta pandemia es que prácticamente ninguno de los factores que influyen en su marcha ha permanecido estable en estos meses, ni tenemos histórico suficiente para realizar modelos cuantitativos.

Prácticamente ninguno de los factores que influyen en la marcha de la pandemia ha permanecido estable en estos meses

Por esa razón resulta tan difícil evaluar el efecto de distintas medidas de contención de la pandemia o realizar cualquier comparativa entre diferentes lugares o momentos. Y por eso solo después de estudiar durante días los datos de España me he atrevido a preparar este artículo. En él he resumido los datos básicos que muestran la gran ayuda que han supuesto las vacunas y nuestra propia prudencia a la hora de mantener medidas de precaución.

Antes de entrar en más detalles, presento la comparativa de casos confirmados y de la relación hospitalizaciones/casos para los meses de septiembre y octubre de 2020, y de 2021.

Datos de casos confirmados, y de la proporción hospitalizaciones/casos en los meses de septiembre y octubre de 2020 y 2021. No, no he hecho el truco de cambiar los ejes para que parezca mayor la reducción de hospitalizaciones. Elementos gráficos de Adobe Stock. Fuente: Instituto Carlos III. https://cnecovid.isciii.es/covid19/#documentación-y-datos

Estamos afrontando el otoño en condiciones mucho mejores que el año pasado, aunque merece la pena que sigan leyendo para conocer los pormenores en torno a esos datos. Para el mismo periodo, y pese a hacer frente a una variante mucho más contagiosa del SARS-CoV-19 este año hemos tenido 652.000 casos menos (de 787.000 a 134.000), y el porcentaje de hospitalizados sobre el total de casos es también menor (6,4% frente al 7,6%). Hay muchísimos menos casos (-83%), y éstos son menos graves.

En los meses de septiembre y octubre, y pese a hacer frente a una variante mucho más contagiosa del SARS-CoV-19 este año hemos tenido 652.000 casos menos y el porcentaje de hospitalizados sobre el total de casos también ha sido menor.

Ahora bien, esto era hasta finales de octubre. A principios de diciembre de 2021, y después de unos meses de relativa bonanza en España, contemplamos con estupor cómo la incidencia se ha disparado en Alemania, Austria, Bélgica o Países Bajos, alcanzando máximos históricos, lo que está generando un aluvión de medidas en esos países, entre lo estrambótico y lo absurdo. En España la situación también empieza a deteriorarse, con la incidencia creciendo semana a semana. Para colmo de males, acaba de aparecer una nueva variante, ómicron, de cuya peligrosidad aún no tenemos datos claros. No obstante, es pronto para analizar los datos de noviembre hasta asegurar que están debidamente registrados. Prometo hacerlo en un par de semanas.

Para juzgar la situación actual, y lo que está por venir debemos estudiar los datos de evolución de la pandemia en España. Me he centrado en tres ideas clave: La importancia de la edad a la hora de afrontar la enfermedad, el impacto positivo de la vacunación y la variabilidad de las condiciones con que nos hemos enfrentado en cada momento al virus. Veámoslo con calma.

Evolución del coronavirus en España

Representando gráficamente los datos oficiales de España podemos apreciar los principales picos en el número de casos, correspondientes a los meses de septiembre-octubre-noviembre de 2020, enero-febrero de 2021 y julio-agosto de 2021. Los valores de casos confirmados se reflejan en el eje de la izquierda, los de hospitalización y UCI en el eje derecho.

Es muy importante tener en cuenta que cada uno de estos picos se ha producido bajo diferentes cepas del virus, de contagiosidad creciente. En otoño de 2020 la cepa dominante era la EU, con R₀ = 3, en enero-febrero de 2021 empezaba a imponerse la cepa Alfa, con R₀ = 5 y en verano de 2021 dominaba totalmente la cepa Delta, con R₀ = 8. Esto es, en los sucesivos picos nos estábamos enfrentando a cepas cada vez más contagiosas, por lo que mantener a raya la propagación de la enfermedad cada vez era más difícil. Sobre la importancia de la contagiosidad ya hablé en ( Qué va a pasar los siguientes meses, ¿Por qué una cepa más contagiosa es un problema?)

Si nos fijamos en la gráfica, salvando la diferencia de escala se ve claramente que en la ola de este verano la proporción de hospitalizaciones frente a casos disminuye sensiblemente, merced a la protección otorgada por las vacunas.

Datos mensuales de casos confirmados, personas hospitalizadas y pacientes en UCI. Los datos mensuales se obtienen de la consolidación de datos diarios. Fuente: Instituto Carlos III. https://cnecovid.isciii.es/covid19/#documentación-y-datos

Como de costumbre, el diablo está en los detalles, y merece la pena que miremos los datos por edades para calibrar el efecto de las vacunas a partir de mayo-2021.

En la gráfica que sigue nos muestra claramente que el grueso de los casos antes de iniciar las campañas de vacunación se daba en la franja de 40–59 años. Son la población más expuesta, por su actividad laboral, y ya por edad, susceptible de sufrir la enfermedad de forma más dura. No hay que olvidar que muchos de los pacientes de COVID-19 son asintomáticos, y que en las franjas de edades más jóvenes se estarán dando muchos casos no detectados.

Obsérvese que en el pico de julio-agosto de 2021 bajan significativamente los casos entre las personas de mayor edad y se disparan entre la población joven, con menor grado de vacunación. Los mayores salen mucho mejor parados en esta ocasión, de modo que el número de casos en el tramo de 40 a 59 pasa de 281.799 en febrero a 120.713 en agosto.

El grueso de los casos antes de iniciar las campañas de vacunación se daba en la franja de 40–59 años. En la ola de agosto, este colectivo, entre el cual la vacunación ha sido generalizada, ocupa el tercer lugar en número de casos.

Casos confirmados por tramos de edad. La banda de colores indica la cepa dominante en cada momento y su contagiosidad, definida por R0. Fuente: Instituto Carlos III. https://cnecovid.isciii.es/covid19/#documentación-y-datos

Pero donde más se aprecian los beneficios de la vacunación es en las cifras de hospitalizados. En ese caso las mayores incidencias se dan siempre en los tramos de 60–79 y de mayores de 80, y podemos ver que en verano de 2021 la situación ha sido mucho mejor para estas franjas de edad, y mejor también que el otoño de 2020. Mientras que en la ola de feb’21 tuvimos un máximo de 23.375 personas hospitalizadas en el tramo de 60 a 79 años, en el pico de agosto de 2021 han sido 4.439. La reducción ha sido espectacular, y casi igual de importante para el siguiente tramo de edad más susceptible de ser hospitalizados, los mayores de 80. De hecho, en la ola de este verano el mayor número de hospitalizaciones se da en el tramo de 20 a 39, el menos protegido por las vacunas, si excluímos a los niños y jóvenes.

Ingresos en Hospital por tramos de edad. La banda de colores indica la cepa dominante en cada momento y su contagiosidad, definida por R0. He destacado algunos valores de enero y de verano, para dar idea de las magnitudes. Fuente: Instituto Carlos III. https://cnecovid.isciii.es/covid19/#documentación-y-datos

La variante delta, dominante en verano de 2021, es aún más contagiosa que la variante alfa, que dominaba en febrero de 2021. La delta ha golpeado duramente al segmento de edades en el que había una elevada proporción de no vacunados (de 29 a 39 años), pese a su mejor resistencia a la enfermedad. En julio se contagian 312.000 frente a los 231.000 de febrero, y 6.000 requieren hospitalización.

Los datos de los ingresos en UCI también nos indican cuánto ha mejorado la situación desde el pico de enero-febrero de 2021 al de verano, y en línea con lo comentado para las hospitalizaciones y casos, los jóvenes de entre 20 y 39 años incrementan su presencia en UCIs, como consecuencia del menor porcentaje de vacunación que entre los mayores.

Ingresos en UCI por tramos de edad. La banda de colores indica la cepa dominante en cada momento y su contagiosidad, definida por R0. Destaco algunos valores de enero y de verano. Fuente: Instituto Carlos III. https://cnecovid.isciii.es/covid19/#documentación-y-datos

Pero quizá la mejor manera de ver cómo se ha reducido la gravedad de los casos de COVID-19 sea analizar la proporción hospitalizaciones / casos confirmados para diferentes momentos de la pandemia.

Comparativa de proporción de hospitalizaciones sobre casos confirmados, para diferentes momentos de la pandemia. Obsérvese que los valores de mayo-agosto de 2021 están muy por debajo de lo que sería habitual. Fue el periodo de máxima efectividad de las vacunas. Los colores se corresponden con la cepa dominante en cada momento. Imagen: Mª Teresa Herrero, con elementos de Adobe Stock

Esa cifra del 6,3% de hospitalizaciones sobre casos se entiende mucho mejor si desgranamos la información por edades. Vamos a comparar los casos de septiembre-octubre de 2020 con los de septiembre-octubre de 2021.

Comparativa de proporción de hospitalizaciones sobre casos confirmados, para los meses de septiembre-octubre. Icono de Adobe Stock

Se ve con claridad que se reduce significativamente la proporción de casos que requieren hospitalización en dos de los tramos de edad con mayor proporción de hospitalizados: de 60 a 69 años, y de 70 a 79. La mejoría en los tramos de 40 a 59 años también es buena.

Tras la vacunación se reduce significativamente la proporción de casos que requieren hospitalización en dos de los tramos de edad con mayor proporción de hospitalizados: de 60 a 69 años, y de 70 a 79.

También es significativo que los mayores de 80 siguen manteniendo un alto grado de hospitalización a pesar de las vacunas. A estas edades la vulnerabilidad es muy alta, y otros factores hacen que las vacunas no logren reducir el porcentaje de hospitalizaciones entre quienes se contagian.

Si la gráfica anterior nos muestra un menor grado de hospitalización en la mayoría de los tramos de edad con mayor afectación, es muy importante no perder de vista el segundo efecto de las vacunas: reducir el número absoluto de infecciones. Eso lo podemos comprobar en esta otra gráfica. Obsérvese que en el tramo de más de 80 años pasamos de los 47.954 casos de sept-oct 2020 a los 8.258 casos de sept-oct de 2021.

Número de casos confirmados, por tramos de edad, para distintos periodos del último año y medio.

La dificultad de comparar datos

Al principio del artículo he advertido sobre la gran dificultad de analizar o comparar datos sobre la pandemia debido a los continuos cambios en las condiciones con que nos enfrentamos al virus. Por no hablar de los cambios del propio virus. Esta variabilidad hace muy difícil comparar, por ejemplo, lo que está ocurriendo en distintos lugares, incluso dentro de la misma zona.

En este artículo sólo he utilizado una pequeña parte de las gráficas de comparativas que he estudiado, buscando valorar la situación y cómo ha cambiado gracias a las vacunas. Por ejemplo, la comparativa del % de hospitalizaciones frente a casos confirmados es también muy interesante si tomamos los datos de los 2 picos de 2021 (hasta ahora) enero-febrero y julio-agosto.

Comparativa de proporción de hospitalizaciones sobre casos confirmados, para los dos picos de incidencia en lo que llevamos de año: enero-febrero y julio-agosto.

Ahora bien, la situación en ambos periodos era bastante distinta. En agosto teníamos una cepa más contagiosa (Delta), aunque no sabemos si más agresiva y había un elevado % de vacunación en los tramos de edad más vulnerables. En enero teníamos en contra la inercia de varios meses previos de alta incidencia, que provocaría mayor número de hospitalizaciones no atribuibles a los casos del propio mes. Sobre esta objeción debo decir que he estudiado el decalaje temporal entre los picos de casos y de hospitalizaciones, y está por los 4–13 días, dependiendo de la ola que estudiemos. Nada fácil de descontar, una vez más, por su inestabilidad.

Pero quizá la mejor manera de explicar la dificultad de descontar los diferentes parámetros que afectan a la pandemia, y cambian a su propio ritmo sea repasarlos.

Uno no contempla nunca el mismo río.

Como decía Heráclito, nuestra realidad está con constante cambio, y en el caso de la pandemia, es más que notable. Para poner en contexto las comparativas anteriores de casos y hospitalizaciones voy a resumir los factores que influyen en cada caso, asignando una especie de nota. Prepárense para ver una auténtica y genuina “tabla de consultor” para estudiar la pandemia.

En la tabla reflejaremos el peso de estos factores, y usaremos el símbolo * rojo si juega a favor del virus, y el símbolo ● verde si lo hace a favor de nosotros. He reservado una casilla para cada uno de los “equipos” en cada periodo de dos meses para los que vamos a rellenar la tabla. Veamos de a una cómo serían las sucesivas líneas de esa tabla para los principales factores que influyen en la evolución de la pandemia en el tiempo.

1) Cepas del virus.

Hasta la fecha, hemos tenido 3 cepas dominantes en Europa: La variante EU, la variante Alfa y la variante Delta. Cada cepa era más contagiosa que la anterior, por lo que se imponía, y suponía un mayor riesgo de contagios. Vamos dando * al virus según la contagiosidad de la cepa dominante en cada momento.

2) Estacionalidad de enfermedades respiratorias.

Las enfermedades respiratorias se imponen en invierno, cuando el ambiente es más seco, y hacemos vida en interiores. He tomado como referencia del peso de este factor para cada periodo la evolución anual del número de casos de gripe en 2018–2019 en Estados Unidos, ya que no he encontrado datos mensuales de casos en España.

Evolución anual del número de casos de gripe por semana — EEUU. Temporada 2018–2019. Fuente: https://gis.cdc.gov/grasp/fluview/fluportaldashboard.html

Y a partir de estos datos, la tabla quedaría como sigue, donde los peores meses son enero-febrero, seguidos muy de cerca por noviembre-diciembre y marzo-abril.

3) Aglomeraciones Indoor

Aquí hacemos referencia a las actividades que nos llevan a permanecer en espacios cerrados junto a muchas personas. Abarcaría desde centros de trabajo a centros de ocio, e incluso casas particulares. Obviamente, esto es mucho peor en invierno, y puede estar algo modulado por prohibiciones asociadas a la pandemia. Esto es, influye la época del año y las costumbres de cada lugar.

4) Aglomeraciones outdoor

También al aire libre podemos contraer el virus si estamos muy próximos a otras personas durante mucho tiempo, aunque el riesgo en menor. Lo he recogido, no obstante, porque en verano a veces frecuentamos sitios con mucha gente, no bien ventilados. Encima, es una época de mucho movimiento y muchas relaciones. La puntuación aún así es mucho menor que en las aglomeraciones en espacios cerrados.

5) Vacunas

Por fin llega un factor que juega a nuestro favor, y no a favor del virus. Las vacunas han mostrado su efectividad en reducir el número de casos, y la gravedad de éstos. No obstante, en los últimos meses el sistema inmunitario está perdiendo memoria, y hay que reforzar la dosis.

6) Medidas de Precaución

Aquí tenemos un aspecto clave: quienes mejor podemos protegernos somos nosotros, recordando reglas básicas, como no estar en interiores sin mascarilla, evitar aglomeraciones, o lavarnos las manos con frecuencia. En verano relajamos in poco la exigencia, pero hay que retomar muchas cosas. He puesto más círculos en los meses que van de septiembre de 2020 hasta mayo de 2021 porque durante todo ese tiempo se han mantenido medidas como una baja ocupación de aulas en las Escuelas, un alto grado de teletrabajo en los sectores donde era posible, limitación de aforo en los lugares públicos, etc… Esas medidas se han relajado un poco a la vuelta de vacaciones.

Para resumir, nos quedaría una tabla completa así:

Factores que influyen en el impacto de la pandemia, y cómo han cambiado con el tiempo

Con la que hacernos una idea de hasta qué punto dos momentos de la pandemia son comparables.

Indudablemente, la valoración es cualitativa, y no veo forma de asignar algún valor numérico. Solo quería reflejar de manera gráfica la variabilidad de condiciones que se nos han dado en estos meses. Y ya, por terminar la tropelía, podemos resumir las condiciones de este partido entre el virus y nosotros sumando los puntos de cada uno.

Finalmente, sólo nos queda ver de manera conjunta los casos que hemos tenido y la “puntuación” de los factores analizados en cada uno de los momentos cuyos datos hemos estudiado. Esta es una imagen con mucha información. Lo que busco es mostrar al mismo tiempo los datos más importantes de la evolución de la pandemia junto con las condiciones que se daban en cada momento.

Desglose por edad de los casos confirmados de COVID-19 en distintas olas, y resumen de las condiciones en que nos encontrábamos.

Aunque quizá sea más ilustrativo mirarlo con el número de hospitalizaciones para apreciar hasta qué punto la vacunación ha sido clave para controlar un virus cuya contagiosidad está disparada.

Desglose por edad de las hospitalizaciones por COVID-19 en distintas olas, y resumen de las condiciones en que nos encontrábamos.

Cuidado con la Epidemiología-ficción

Hace un tiempo solíamos decir que España es un país con 45 millones de seleccionadores nacionales de fútbol. Ahora lo que tenemos es cerca de 45 millones de epidemiólogos. Sin duda no nos falta gente osada capaz de postular teorías peregrinas o hacer afirmaciones sin el menor fundamento. Espero que este artículo ayude a dar a conocer datos de la pandemia en nuestro país, así como las dificultades a la hora de evaluarlos.

De los factores que convierten cualquier análisis de datos en un blanco móvil sólo he descrito los asociados al tiempo. Dejo para otro(s) artículo(s) los relativos a la geografía, a las diferencias culturales, a la diferente estrategia de cribado, o al simple y poderoso azar. Si escuchan alguien aventurar una cifra de cuántos casos, u hospitalizaciones tendríamos de haber hecho esto, o lo otro… recuerden la gráfica del Monte de la Estupidez, o lo que se denomina el efecto Dunnin-Kruger.

Cuanto menos sabe una persona, más dispuesta está a opinar sobre un tema.

--

--

Maria Teresa Herrero Zamorano

Telco Engineer, +10 years designing and deploying networks, +15 years applying complex systems theories and analytical tools to understand their dynamics.